Las lavadoras de contra-corriente son soluciones económicas a problemas de contaminación en el aire por sustancias individuales concentradas. Siendo altamente dañinas a la salud y al ambiente, deben ser limpiadas hasta alcanzar niveles muy bajos de concentración antes de que el gas sea liberado a la atmósfera
Algunos ejemplos de sustancias:
- Ácido hidroclorhídrico
- Fluoruro de hidrógeno
- Ácido fórmico
- Óxidos de nitrógeno
- Formaldehído
- Acetona
- Ácido sulfúrico
- Cloro gaseoso
- Solventes orgánicos
Generalmente se requieren eficiencias en la remoción del orden de 95 al 99% para asegurar el cumplimiento de los límites legalmente permitidos
Su principio de funcionamiento consiste en la separación de contaminantes de la fase de gas a la fase líquida. El flujo de aire crudo circula aguas arriba a través de una cama empacada y entra en contacto con un líquido de lavado que circula aguas abajo en sentido contrario; este flujo es rociado a través de un sistema de irrigación especialmente ubicado en la parte alta del empaque. Así, el gas a ser limpiado fluye en contra-corriente al líquido de lavado
La función principal del material de empaque es por lo tanto incrementar la transferencia de contaminantes de la fase gaseosa a la fase líquida. Esto es posible gracias a una superficie altamente activa capaz de soportar una gran cantidad de líquido de lavado. Una gran cantidad de gotas se forman en la superficie del material de empaque, las cuales son segmentadas y reformadas constantemente. A través de este intenso contacto entre el gas crudo y el líquido de lavado, los contaminantes son separados, acumulados en la fase líquida y pueden ser entonces eliminados
Como ventaja, los sistemas de contra-corriente con circulación de gas/líquido poseen la más alta capacidad de transmisión de contaminantes
Para asegurar que los límites legales de contaminación no son excedidos, se utilizan materiales de empaque altamente probados. Comparados con las típicas torres de rociado, los materiales de relleno utilizados en estos lavadores de contra-corriente, permiten una alta eficiencia de remoción de contaminantes debido a las ventajas técnicas del material de empaque:
- Contacto de gas/líquido extendido
- Distribución homogénea de los contaminantes disueltos en la fase líquida
- Distribución homogénea superficial del aire
La transferencia de los contaminantes de la fase gas a la fase líquida es entonces incrementada tal y como el número de unidades de transferencia, conduciendo entonces a una alta remoción de contaminantes. En adición a lo anterior, se evita la liberación de aire que no ha sido suficientemente limpiado
Otra ventaja de los lavadores de contra-corriente es que los gastos operativos son mucho más bajos que los de las típicas torres de rociado, las cuales solo pueden alcanzar estos niveles de eficiencia incrementando la presión de los rociadores, lo cual provoca un incremento en el consumo de energía. Operar con rociadores con baja presión permite que los rociadores sean de bajo mantenimiento y que sean menos sensibles frente al lodo
Existe una gran variedad de materiales de empaque disponibles. Dependiendo de la aplicación específica, es seleccionado el material más adecuado. Uno de los criterios de selección, por ejemplo, es el de la superficie interna, o la sensibilidad a la adherencia de tierra
El dimensionamiento de la lavadora de contra-corriente depende en qué tan bien se puede transferir el contaminante de la fase gaseosa a la fase líquida. La velocidad de transferencia se incrementa significativamente a medida que:
- El contaminante presenta mejor solubilidad
- La concentración del contaminante en el líquido de lavado sea baja
- La superficie de transferencia sea lo más alta posible
La adición de químicos para la regeneración del líquido de lavado es llevada a cabo por medio de estaciones dosificadoras especiales. Su función es la de oxidar los contaminantes o influenciar en su solubilidad a través del control de pH. Las estaciones dosificadoras requieren muy poco mantenimiento y son sistemas muy confiables
La utilización de estaciones dosificadoras permite la independencia de variaciones en la carga contaminante pues las condiciones del líquido de lavado son constantemente mantenidas por medio de la dosificación de químicos
Dependiendo del químico necesario y de la resistencia al agua, el lavador de contra-corriente es construido ya sea en fibra de vidrio reforzada en plástico (FRP), acero inoxidable, o materiales termoplásticos tales como PE o HDPE
La bio-lavadora
Una muy interesante opción que ahorra recursos es el uso de una bio-lavadora. Los microorganismos suspendidos en el líquido de lavado, continuamente limpian este líquido, alcanzando el gradiente de solución óptimo de contaminantes. Utilizar la lavadora de contra-corriente de manera biológica, hace especialmente sentido cuando se trata de remover sustancias orgánicas fácilmente degradables (alcoholes, acetona) asó como para aire crudo altamente complejo con una composición indefinida y altamente olorosa
Campo de aplicación
- Industria química
- Procesamiento de metales
- Industria alimenticia
- Composteo
- Tratamiento de aguas residuales municipales e industriales
- Tratamiento de residuos